domingo, 25 de octubre de 2009

LA CUEVA DE ALIBABA Y LOS 40 LADRONES

En un lejano país de oriente vivía un joven de nombre Alí Baba. Él era muy humilde. Mientras tanto su hermano, Elí, era muy rico y ambicioso. Alí se dedicaba a recoger leña del campo para venderla en la ciudad, y con el poco dinero que recogía, sostener a su esposa.
Un día que estaba en ese trabajo, y cuando ya se disponía a regresar al pueblo, el joven Alí escuchó el sonido de muchos caballos que se dirigían hacia él. Un poco asustado, Alí decidió esconderse en la copa de un árbol donde pudo ver los caballos: eran 40 con igual número de jinetes.
Uno de ellos descendió del caballo y se colocó frente a una roca. Luego de mirar hacia todas partes dijo: "ábrete sésamo" e inmediatamente una gran roca se movió dejando al descubierto una cueva. Los jinetes bajaron gran cantidad de bultos que depositaron en la cueva, y volvieron a montar sus caballos. Luego de decir "ciérrate sésamo" para que la roca volviera a su posición original, los jinetes se fueron del bosque.

¡EL EDIFICIO QUE FUE CONSTRUIDO CON TANTA ILUSIÓN PARA UN PROYECTO DE BIEN, AHORA ESTÁ CONVERTIDO EN LA CUEVA DE LOS 40 LADRONES! Todavía hay gente que trabaja con él por necesidad y siempre fueron fieles colaboradores, pero en el "círculo nefasto" continúan los 40 ladrones creyendo que algo bueno les deparará el destino. ¡Jugaron la carta equivocada! El tiempo dirá quién tiene la razón.

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